Después de casi 2500
años poco ha cambiado en la mentalidad del ser humano, en época de Platón lo
que mantenía a los humanos en la caverna era la ignorancia y hoy, que la
sabiduría está al alcance de nuestra mano, lo que nos sumerge en los abismos es
el capitalismo, creación del ser humano para no ver la realidad que nos acecha en
cada esquina, en cada palmo, en cada paso que damos por nuestras calles y que no
tiene otro objetivo que enriquecer a unos pocos a costa de muchísimos.
Las cadenas, que antaño
representaban la falta del conocimiento, hoy no son otra cosa que el dinero,
este nos impide ver la realidad que se cierne sobre nosotros, somos esclavos de
él y no queremos vivir sin su sustento. Las sombras que vemos pasar reflejadas
en el fuego de la caverna es lo único que alcanzamos a vislumbrar, estos
reflejos son los poderosos que solo nos dejan ver parte de la verdad, consiguen
dominar nuestras formas de vida a costa de nosotros mismo, nos extirpan la
capacidad de tomar nuestras propias decisiones y además son capaces de hacernos
creer que este mundo donde vivimos es el más justo posible.
Todos somos cómplices
de esta situación, tenemos que ser valientes y romper esas cadenas que nos
consumen las muñecas y convierten a los cuerpos en escuálidas espigas, tenemos
que hacer ver a nuestros compañeros la verdad que nos está vedada, debemos salir cuanto
antes de este lugar oscuro y recibir la luz dolorosa del Sol, quizá en un principio
será cegadora, pero poco a poco conseguiríamos acostumbrarnos a esa nueva luz y
"destruir" a aquellos que nos han tenido retenidos en la cueva
durante tanto tiempo, de este modo seremos verdaderos protagonistas de nuestras vidas y podremos crear una sociedad justa e igualitaria. l
Para
terminar traigo a colación las palabras que Platón dedicó a Glaucón:"Pues
bien -dije-, esta imagen hay que aplicarla toda ella, ¡oh amigo Glaucón!, a lo
que se ha dicho antes; hay que comparar la región revelada por medio de la
vista con la vivienda-prisión, y la luz del fuego que hay en ella, con el poder
del Sol. En cuanto a la subida al mundo de arriba y a la contemplación de las
cosas de éste, si las comparas con la ascensión del alma hasta la región
inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre, que es lo que tú deseas
conocer, y que sólo la divinidad sabe si por acaso está en lo cierto. En fin,
he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se
percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero, una vez percibida, hay que
colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las
cosas; que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de
ésta, en el inteligible es ella la soberana y productora de verdad y
conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien quiera proceder sabiamente
en su vida privada o pública." La República. Platón.