martes, 1 de noviembre de 2011

Capítulo I: El Génesis y el castigo de los Ángeles Caídos

En el principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra estaba informe y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo: y el espíritu de Dios se movía sobre las aguas. Dijo pues Dios: Sea hecha la luz. Y la luz quedó hecha. Y vio que la luz era buena: y la dividió la luz en tinieblas. A la luz la llamó día, y a las tinieblas noche: y así de la tarde aquella y de la mañana siguiente, resultó el primer día. Dijo asimismo Dios: Haya un firmamento o una grande extensión en medio de las aguas: que separe unas aguas de otras. E hizo Dios el firmamento. De aquellas que estaban debajo del firmamento. Y quedó hecho así. Y al firmamento llamóle Dios cielo. Con lo que de tarde y de mañana, se cumplió el día segundo. Dijo también Dios: Reúnanse en un lugar las aguas, que están debajo del cielo: y aparezca lo árido o seco. Y así se hizo. Y al elemento árido dióle Dios el nombre de Tierra, y a las aguas reunidas las llamó Mares. Y vio Dios que lo hecho estaba bueno. Dijo asimismo: Produzca la tierra yerba verde, y que dé simiente según su especie, y plantas fructíferas que den fruto conforme a su especie, y contenga en sí misma su simiente sobre la tierra. Y así lo hizo. Con lo que produjo la tierra yerba verde, y que da simiente según su especie, y árboles que dan fruto, de los cuales uno tiene sus propias semillas según la especie suya. Y vio Dios que la cosa era buena. Y de la tarde y mañana resultó el día tercero. Dijo después Dios: Haya lumbreras o cuerpos luminosos en el firmamento del cielo, que distingan el día y la noche, y señalen los tiempos o las estaciones, y los días y los años. A fin de que brillen en el firmamento del cielo, y alumbren la tierra. A fin de que brillen en el firmamento del cielo, y alumbren la tierra. Y fue hecho así. Hizo pues Dios dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor, para que presidiese el día: y la lumbrera menor, para presidir la noche: hizo las estrellas. Y colócalas en el firmamento o la extensión del cielo, para que resplandeciese sobre la Tierra. Y presidieron el día y la noche y separasen la luz de las tinieblas. Y vio Dios que la cosa era buena. Con lo que de tarde y mañana, resultó el día cuarto. Dijo también Dios: Produzcan las aguas reptiles animados que vivan en la tierra, y aves que vuelen sobre la tierra debajo del firmamento del cielo. Crió pues Dios los grandes peces, y todos los animales que viven y se mueven, producidos por las aguas según sus especies, y así mismo todo velátil según su género. Y vio Dios que lo hecho era bueno, Y bendíjolos, diciendo. Creced y multiplicaos, y henchid las aguas del mar, y multiplíquense las aves sobre la tierra. Con lo que la tarde y mañana, resultó el día quinto.


Dijo todavía Dios. Produzcan la tierra los animales vivientes en cada género, animales domésticos, reptiles y bestias silvestres de la tierra según sus especies. Y fue hecho así. Hizo pues Dios las bestias silvestres de la tierra según sus especies, y los animales domésticos, y todo reptil terrestre según su especie. Y vio Dios que lo hecho era bueno. Y por fin dijo: Hagamos al hombre a imagen y semejanza nuestra; y domine a los peces del mar, a las aves del cielo, y a las bestias, y a toda la tierra, y a todo reptil que se mueve. Crió pues Dios al hombre a semejanza suya: y a imagen de Dios lo creó: crióles varón y hembra. Y écholes Dios su bendición y dijo: Creced y multiplicaos, y henchid la tierra, y enseñoreaos de ella y dominad a los peces del mar, y a las aves del cielo, y a todos los animales que se mueven en la tierra. Y añadió Dios: Ved que os he dado todas las yerbas las cuales producen simiente sobre la tierra, para que os sirva de alimento a vosotros. Y a todos los animales de la tierra, y a todas las aves del cielo, y a todos cuantos animales vivientes se mueven sobre la tierra, a fin de que tengan para comer. Y así se hizo. Y vio Dios que todas las cosas que había hecho: y eran de gran manera buenas. Con lo que de la tarde y la mañana, se formó el día sexto.
Quedaron pues acabados los cielos y la tierra, y todo el ornato de ellos. Y completó Dios, al séptimo día, la obra que había hecho: Y en el séptimo día reposó o cesó de todas las obras que había hecho. Y bendijo el día séptimo. (Libro del Génesis; Capítulo primero. La Sagrada Biblia.)
Vio Dios que todo lo que había obrado era bueno y ordenó a los ángeles del cielo y a los arcángeles que los dominaban que cuidasen su obra y la observaran desde el firmamento dejando que su más querida creación, el ser humano, se desarrollase por sí mismo. Y así fue como se hizo, el ser humano se extendió por toda la Tierra, desde su nacimiento en África, conquistó todo el firme de la Tierra, usó los árboles y la yerba verde y cazó los animales del mar y la tierra.
Así pasaron los días, los meses, los años y los siglos. Los ángeles del cielo observaban con curiosidad a los seres de la Tierra, sobre todo a los hombres y las mujeres. Se deleitaban con su arte, con sus relaciones, con sus sentimientos y sus iras, se encantaron de sus pasiones y sus quehaceres, y algunos, los “más humanos” sintieron pena por su sufrimiento y decidieron bajar a la Tierra para ayudarles en su evolución. Penemue les brindó los secretos de la sapiencia, instruyó a la humanidad a escribir con tinta y papel; Gadrel les enseñó el arte de la herrería y el trabajo de los metales preciosos; Kesabel le enseñó al ser humano el disfrute que se puede tener con el cuerpo; Samyaza los instruyó en la capacidad curativa de las plantas silvestres; Barkayal les brindó la lectura del firmamento y la agricultura… Pero fue un ángel de cielo, el que más amaba a los humanos, Yekum, quién después de observar, cuidar y amar a los humanos, se sintió seducido por ellos, descendió a la Tierra y yació con una mujer hasta que esta quedó encinta de su simiente. (Basado en “El libro de Enoc”, libro apócrifo de la Sagrada Biblia)
Fue entonces cuando los arcángeles Miguel, Uriel, Rafael y Gabriel se enteraron de dicha tropelía. Aquellos ángeles habían roto el pacto divino, les habían enseñado a los humanos los secretos de los ángeles. Ahora aquellas criaturas podían cultivar a su gusto la Tierra, escribir su historia, disfrutar de sus cuerpos, interpretar los astros, predecir el tiempo e incluso, mediante la escritura, pasar a la eternidad. Tal fue el enfado de los arcángeles, que estos fueron en busca de Dios y le expusieron todo lo ocurrido. Dios no tuvo compasión para con los ángeles que le habían revelado los secretos a los humanos y los castigo. La sentencia del Señor de los espíritus fue ejemplar, desterró a los ángeles del cielo, los encerró en una prisión sin caducidad y los arrojó al Tártaro por toda la eternidad, selló su presidio y los maldijo por siempre, llamándolos demonios. Tal fue su ira, que Dios se propuso acabar con aquella aberración, envió a los arcángeles del cielo a matar a todos los hijos/as de ángeles y humanos y envió un gran diluvio sobre la Tierra. Inundó durante cuarenta días y cuarenta noches la Tierra, esperando que nada sobreviviese.


Pero fue un ángel del cielo, Azazel, que enterándose del castigo de Dios, se adelantó a su represión y se le presentó a un humano, diciéndole de este modo:
“Noé, Dios no ha tolerado que los ángeles del cielo os hallamos brindado la oportunidad de prosperar y de que luchéis contra la naturaleza. Nos ha denominado Demonios, ha castigado a todos mis hermanos/as, los ha encerrado en un presidio sin tiempo y los ha mandado, sin dejar que se expliquen, al Tártaro por toda la eternidad. Ahora ha decidido que vosotros, los humanos, tenéis que desaparecer para dar cumplimiento a su sentencia. Aún arriesgando mi futuro, he venido a avisarte de ello. Crea un gran arca, escoge una pareja de cada animal y ave de la Tierra, toma a tu familia y aguanta, durante cuarenta días y cuarenta noches, el diluvio que caerá. Cuando pase este tiempo, la lluvia del cielo cesará y las aguas se retiraran, entonces envía una paloma al cielo, cuando esta vuelva con una rama de olivo, sabrás que el agua se ha retirado y la Tierra firme ha recobrado su lugar. Entonces asiéntate y multiplícate. “
Noé obedeció a Azazel, construyó su arca y escogió a una pareja de cada una de las especies que poblaban la Tierra.
Como predijo Azazel el diluvio cayó durante cuarenta días y cuarenta noches. Tras ello la lluvia cesó y Noé envió su paloma. La primera volvió sin nada al poco tiempo, pero al segundo intento la paloma retornó con una ramita de olivo en su pico. Noé y su familia se sintieron felices por el aviso de Azazel y buscaron la tierra firme para procrear y volver a dominar la Tierra.
Dios observó la suerte de Noé, y sin saber la ayuda de Azazel, permitió que el ser humano volviera a poblar la Tierra y a dominar los animales de la tierra. Pero no hubo remisión para los ángeles caídos, su condena fue escarmiento para todos aquellos ángeles que se atrevieran, en un futuro, a ayudar a los humanos.

5 comentarios:

  1. Comienza muy bien, Jose María! La historia del hombre de la mano de Dios, quién le otorga el poder de desarrollarse libremente. La intervención de los ángeles y el porqué de los demonios.

    Un acierto interesante!

    Un saludo y quedo pendiente de tu segunda entrega!

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  2. Ya sabeis que por norma no respondo a ningun mensaje, ya que creo que las interpretaciones son libres, pero en este caso, ya que se trata de un libro, voy a responder todas vuestras aportaciones, en la medida de lo posible, y construir, mejorar y potenciar este libro.

    Espero publicar cada semana, tengo bastantes capitulos, aunque el final no esta definido aun, puede que vosotros hagais que cambie lo establecido.
    Gracias

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  3. sabes tu que los angeles existen ?
    pues simplemente la gente cree que los angeles son criaturas bondadosas con caritas de yo no fui
    te equivocas si piensas eso los angeles son feroces guerreros guardianes del orden de las cosas y luchando con fiereza yo lo eh podido presenciar y si los vieras en verdad como con cambiaria toda tu perspectiva de la vida

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  4. Esa historia de Azazel es falsa porque a Dios nadie lo toma.por sorpresa y nada se les escapa de sus manos no se de donde sacaste esa historia

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  5. Como dijistes son libros apocrifos,asi que son libros inservibles tu historia es falsa.

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